Lo primero, esperamos que te guste el proyecto, pero fumar es malo.
No fumes.
Dicho esto, Clipper quería relanzar su papel de fumar tras dos fracasos. Nuestra apuesta, ser fieles al ADN de la marca. Generamos distintas colecciones de packs y propusimos crear nuevas periódicamente, como Clipper hace con sus encendedores.

No se trataba de dibujos con hojitas de marihuana o texturas animal print, más propios del siglo pasado. Aportamos valor al producto a través de ediciones limitadas creadas por artistas, algo que no había hecho nadie antes en el mercado y que además nos permitía generar contenido de todo tipo.

Creamos una campaña internacional, materiales de todo tipo, una web e incluso una app que traducía movimientos de baile en gráficos. Dimos presencia a la marca en punto de venta, festivales de música, redes sociales y medios digitales. Y nos dirigimos al target más joven hablando su mismo lenguaje: el de la frescura, la rebeldía y el rap. Yes yes y’all, and u don’t stop.